La lengua de señas se utiliza desde hace muchísimo tiempo, de hecho, los padres sordos deben poder comunicarse con sus bebés aunque sean oyentes y utilizan el lenguaje de señas para poder comunicarse con ellos desde edades muy tempranas y lo logran.
Biológicamente, los niños desarrollan los músculos de las manos antes de desarrollar los necesarios para poder hablar de modo que son capaces de comunicarse antes de que puedan hablar, de hecho la mayoría de los bebés inventan sus propios signos para poderse dar a entender con sus padres. Un bebé puede aprender a decir adiós con la mano por ejemplo o señalarse la nariz cuando necesita que lo limpien. Estos gestos simbólicos son una forma de comunicación que utilizan los niños en la fase del preverbal.
Alentar y ampliar esta forma natural de comunicación es muy sencillo. La comunicación mediante señas con los niños no es difícil y tras años de investigación se ha probado que es beneficiosa para la adquisición del habla e incluso para las familias bilingües, el uso de los signos es divertido, inspirador y extremadamente sorprendente. Te voy a revelar por qué es tan útil para las familias bilingües poder asociar dos sonidos distintos a una misma cosa y es que decir agua por ejemplo con las manos se dice de la misma manera. De esta manera, el bebé identifica que uno de sus papás lo dice de una manera y el otro de otra pero es la misma cosa.
En definitiva es una decisión personal, yo aprendí hablar con signos cuando mi primer hijo comenzaba a golpearse, a gritar y a desesperarse por la falta de capacidad de comunicación. Creció y noté un tartamudeo constante que lo sacaba de quicio y le impedía estar tranquilo. En ese momento decidí utilizar signos para comunicarse con él de manera efectiva y después fue cuando se me ocurrió utilizar el lenguaje existente de señas.
Curiosamente como todo, la información me llegó después y me di cuenta que no era la única mamá que se comunicaba de esa manera con su bebé hay muchísimas instituciones y escuelas de padres que lo recomiendan y que lo utilizan para el mismo fin: comunicarse con su hijo pequeño y evitar frustraciones, berrinches y malos ratos.
Todas las experiencias de los padres que tienen esta interacción de comunicación con sus hijos coincidimos que no existe ningún retraso en el habla con los niños, al contrario, el uso de la lengua de signos puede acelerar el desarrollo verbal y los logopedas incluso recomiendan su uso para niños con anomalías o retrasos de habla.
Además el uso de los signos con los bebés puede convertirse en un proceso natural que acentúa tus conversaciones diarias con tu hijo, y tú sólo tienes que aprender algunos signos de vez en cuando igual que tu bebé. La intención es lograr comunicar ciertas palabras con las manos, no llevar conversaciones complejas para sustituir el habla es simplemente una ayuda en la comunicación para evitar las frustraciones.
Recomiendo encarecidamente el uso de una lengua de signos formal para la comunicación con bebés mediante signos, existe una serie de razones para ello. La más común, citada por profesionales, cuidadores y padres, es que si se utilizan signos de una lengua ya establecida es más fácil comunicarse con otras personas que también utilicen la lengua de signos, ya sea un familiar o un amigo sordo o incluso otros niños que se comuniquen de esta forma con sus padres.
Un mito frecuente que probablemente escuches en relación con este tema es que los signos son demasiado complejos para hacerlos con las manitas de los bebés, recuerda que se nos anima a dirigirnos a nuestros bebés con el habla normal y no con palabras infantiles con el fin de proporcionar un modelo claro y correcto para la comunicación verbal. Al principio los niños no hablan con corrección pero al final refinan la locución y pronuncian como es debido. Lo mismo ocurre con la comunicación mediante signos. Quizá no con los signos correctos durante los primeros meses pero conforme vayan creciendo y desarrollando las habilidades motrices de los músculos de las manos irán corrigiendo en la representación de las palabras. También creo que es razonable y en ocasiones necesario inventar signos cuando no se encuentra el correcto en un libro o en una página web, yo por ejemplo no conseguí encontrar un signo para programas de televisión entonces inventé uno.
La investigación que respalda esta práctica puede parecer una nueva moda, lo cierto es que la comunicación mediante signos con bebés surgió hace alrededor de siete años, incluso antes de ese momento familias sordas logopedas y expertos en el desarrollo infantil, han utilizado los signos para la comunicación con niños en la etapa pre verbal.
La doctora Michelle Antony, co-desarrolladora, cliente en relación con el uso de los signos y el desarrollo del habla; asume que aprender a hablar es una facultad precodificada biológicamente, ningún niño puede optar por no hablar porque pueda utilizar los signos o porque se sienta cómodo con los modos alternativos de comunicación. Sería como decir he decidido que no creceré ni 1 cm este año estoy a gusto con esta altura así que me he propuesto a no crecer ni 1 cm más en todo el año. Los niños no pueden fisiológicamente decidir no crecer 1 cm como tampoco pueden optar por no aprender a hablar.
En el 2005 un estudio se llevó a cabo en la Universidad de California en donde se presentó la convención anual de la asociación americana de psicología en Washington D.C. Este trabajo ponía de relieve algunas de las investigaciones realizadas por la doctora Anthony, la doctora Reina Lidbert y la doctora Diane Anderson. Las tres expertas habían descubierto que los niños que utilizaban una lengua de señas, en combinación con estrategias específicas de interacción desarrolladas por el programa Zayn Smart, no representaba ningún retraso en el desarrollo del lenguaje. Por el contrario, sus investigaciones demostraron que es probable que esos niños experimenten una mejora de la producción global de lenguaje en comparación con otros niños que no han utilizado signos.
Te recomiendo ver una película que se llama: “Los padres de él”.
En ésta conocida película hollywoodense aparece un bebé muy especial que no sólo aprende a hablar con las manos, sino que además lo demuestra con mucha alegría y facilidad. La película además de sacar a la luz el uso de los signos con bebé en general, sirvió de gran motivación, una cosa es oír hablar de signos y otra cosa es verlo.