Hace años que me volví fanática a la comunicación con señas con los bebés.
Como mamá, desde el primer momento que se me ocurrió utilizar esta técnica con mis hijos, he tenido la misma inquietud: ¿Está bien la enseñanza de la lengua de señas en los bebés oyentes? ¿Y si además son hijos de matrimonios bilingües? ¿Les causaría un retraso en el habla? Y la respuesta siempre es: ¡Siempre es mejor saber lo que necesitan los hijos!
Siempre me ha parecido divertido.
Como padres queremos hacer las cosas correctas, sin embargo, en ocasiones estamos tan ocupados en nuestras actividades diarias que la diversión se pierde en nuestras largas listas de obligaciones. Lo bonito de esta técnica es que convierte el juego en un estimulante para la comunicación y la vinculación afectiva.
Además se trata de una actividad que tu bebé y tú pueden desarrollar a su propio ritmo. Enseñarle a un bebé lenguaje de señas no tiene relación alguna con potenciar sus facultades, es otra forma afectuosa de interacción.
Desde que nace tu bebé, éste utiliza el lenguaje corporal para poder comunicarse contigo. Si te das cuenta, un bebé llora, hace gemidos, estira los brazos, se avienta, grita y muchas cosas más, esa es una comunicación no verbal. Muchos papás esperan a que sus hijos crezcan para poder disfrutar de la comunicación con ellos y no se dan cuenta que desde que nacen los bebés se saben comunicar.
El lenguaje de señas es una forma de ampliar y refinar su lenguaje no verbal y tu bebé descubrirá muchas cosas que quiere expresar antes de poder verbalizarlas plenamente. Es cierto que los músculos y el desarrollo neurológico maduran en diferentes tiempos, así pues, cuando el cerebro ya entiende y quiere expresar lo que necesita, busca esta expresión a como dé lugar.
Supongamos que viajas a un lugar totalmente desconocido en donde ni siquiera la lengua que se habla en el país comprendes, estoy segura que de alguna u otra manera vas a lograr expresar tus necesidades. Pues así pasa con los bebés. Ellos desde que nacen entienden su lengua materna y sobre todo entienden a su cuerpo y sus necesidades propias y de una u otra manera te lo hacen saber, te comunican con sus gemidos, con su llanto y con sus posturas lo que necesitan.
Yo estoy segura que la tortura más grande y la frustración más grande de un ser humano es no lograrse comunicar. Si pones un poco atención en tus recuerdos seguramente vas a poder nombrar algunos acontecimientos en donde tu frustración por la falta de comprensión y algún malentendido te puso en algún problema y te hizo sentir mal. La comunicación con señas lo que hace, es que elimina la frustración del Infante en la comunicación y a ti como papá te ayuda a saber qué necesita tu bebé.
Te invito a que pruebes usar esta forma de comunicarte con tu bebé, pero antes que leas el próximo artículo, te explicaré un poco más profundo este método.